Añadimos hoy otro capítulo más a la historia de las muertes prematuras de los genios de la música. En el soul, destacó el estadounidense Otis Redding, allá por mediados del siglo XX, cuando un accidente de avioneta truncó su carrera a los 26 años. Sus méritos fueron reconocidos póstumamente y fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. En 1965, incluyó en su álbum Otis Blue una excelente versión del (I Can't Get No) Satisfaction de The Rolling Stones.
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